Ana, la comerciante de mariscos que aún espera el regreso de la normalidad.

Al igual que muchos comerciantes de pescados y mariscos, Ana espera la vuelta a la normalidad con tantas ansias.

La pospandemia la llenó de optimismo pero con el paso de los días se ha dado cuenta que no todo florece como lo esperaba. “No hay muchos turistas y los que llegan compran poco porque no andan mucho dinero”, dice

Ana Dilia de Castellón, tiene un puesto de ventas en el mercado del Mar, en el puerto de La Libertad. Todo iba bien este año hasta que llegó la pandemia.

De tener ventas prósperas pasó a depender de los pocos visitantes que llegan al lugar. No ha sido fácil vivir de esta pandemia, dice.

Su negocio luce repleto de productos marinos: pescados, langostinos y  camarones y en menor cantidad pequeñas botellas de aceite de hígado de bacalao.

Este mismo producto lo ofrecía escasamente durante la cuarentena pero al ver que no vendía, terminaba tirándolo a la basura. Ahora  no pasa por estos aprietos pero los ingresos apenas mejoran.

“Nos afectó porque no bajaban los turistas al mercado del mar, la pesca nunca fue paralizada pero el problema es que nunca bajaba la gente, siempre se perdía el pescado”, detalla aunque tampoco considera que los actuales tiempos sirvan para alegrarse.

Lo resume a la falta de turistas empujado por el temor al contagio de la enfermedad.  Señala que “Todavía se encuentran malas las ventas porque la gente no tiene para comprar”.

“Nosotros tenemos alcohol, nos ponemos mascarillas por eso de los contagios”, subraya.

Ana Dilia, se considera una comerciante de por vida. Y al igual que muchas colegas suyas dependen de las ventas y de los ingresos.

Si hay ganancias tienen para pagar los préstamos a la banca y si no enfrentan serias dificultades para salir de sus compromisos económicos.

Asegura que actualmente deben a los bancos y las deudas han crecido porque no han solventado sus pagos

“Nosotros ahorita hemos ido a suplicarles, unos bancos nos han dado prioridad a unos pero otros no.

Los prestamistas sí nos dan prioridad. Los bancos dicen que les vayamos pagando. Nos está afectando esta pandemia”, lamenta.

Sin embargo, dice estar esperanzada en los préstamos anunciados por el gobierno a través de Bandesal.

“El gobierno nos va a prestar un dinerito, esperamos que cuando abran bien el negocio nos ayude en el aspecto de las ventas del mercado”,

Ana de Castellón, comerciante