En los cuadros se aprecia la mano creativa del pintor Rodolfo Oviedo Vega que ha tenido que recorrer el mundo para impregnar experiencias de vida en lienzos con muchos detalles, pero con la combinación de colores que lo hacen diferente y que no cede en la imaginación y de talento expreso en cada uno de ellos.
Rodolfo Oviedo Vega es un pintor Salvadoreño radicado en Francia. Tenía cinco años de no visitar a su tierra natal y tampoco lo facilitó la pandemia por el COVID-19.
La última vez que lo hizo fue para presentar su muestra, un concepto abstracto en el que recoge experiencias de la vida real.
Ahora está de regreso y lo hace con una exposición que tiene lugar en el museo Forma. Las obras son un claro testimonio de varias etapas.
Sus cuadros reflejan la combinación de lo místico y la formalidad y establece líneas de acción menos orgánicas o con una orientación geométrica.
Rodolfo lo descifra como obras de tres etapas de la vida: antes, durante y después de la pandemia pero con diferentes conceptos.
La experiencia pictórica de este artista se dispersa en el mundo y en este devenir en el tiempo y viajando de país en país enriquecen su bagaje hasta convertirlo en un verdadero artista de las artes plásticas.
Ana Vela Menjívar de Martín, presidenta de la Fundación Julia Díaz, que maneja el Museo Forma, destaca el talento del artista plástico, cuyas obras a exposición demuestran el éxito que ha tenido en esta especialidad
La exposición inició el pasado de 8 de junio y se extenderá por un mes. Encontrará obras de mucho colorido, de creatividad en el diseño, con mezclas vividas en diferentes países.
