En medio del movimiento de la gente, se ubica a un joven, sin computadoras ni equipos modernos, solo se afianza en sus conocimientos en matemáticas para impartir clases gratis en el Centro Histórico de San Salvador.
Cómo Carlos Maravilla hay muy pocos, le gusta las matemáticas desde chico y ahora lo enseña gratis.
Lo hace en el Centro Histórico de San Salvador y en otros lugares públicos desde hace tres años.
Allí se coloca todos los días con un cartel ofreciendo sus buenos oficios. Él lo hace como un aporte a la sociedad limitada en su historial de una afinidad a esta ciencia.
Muchos prefieren el lenguaje, las ciencias naturales, sociales u otras especialidades pero no los números. “Quizá porque los números son complejos pero cuando los cuadras todo te sale bien”, dice el joven de 30 años de forma parca y clara.
“Yo los entiendo por qué no les gusta las matemáticas, seguir los procedimientos, a la gente le agobia mucho y le resulta tedioso”, prosigue.
Pero agrega que es esencial para que la persona pueda pensar y razonar de manera productiva.
Para él, enseñar matemática implica resolver las tablas de suma, resta, multiplicación y división, que son las consultas que más le hacen las personas que recurren a sus servicios.
Sin embargo, hay quienes también le piden información o enseñanza sobre los casos de factores como el trinomio cuadrado perfecto, factor común o el binomio al cuadrado.
Carlos se siente capaz, porque lo aprendió en realidad desde el tercer ciclo del plan básico escolar. Se sintió fascinado desde entonces cuando encontró respuestas a las distintas operaciones.
Ahora dice con orgullo que hasta ha dado esta materia en los centros educativos, es decir se considera un profesor porque ha impartido clases de forma oficial en los centros educativos o haciendo interinatos.
El dar clases, es un fin personal que Carlos lo hace por una función social más que un interés económico.
Cuando se le acerca alguien a pedirle ayuda, él no pide ni un centavo pero si la persona le ofrece alguna moneda lo acepta con gusto, expresa.
Tampoco es que tengan solvencia económica, su familia posee una tienda que va sirviendo para el sustento diario, añade.
Wow todavía existe gente así? ojalá y alguien reconociera el talento de este joven y lo ayudará a conseguir un buen empleo, gracias mipaisitosv por esta linda historia.