“Michaelle Angello”, el pintor de San Marcos.

“Michaelle Angello”, el pintor de San Marcos.

Miguel Enrique García conocido como “Michaelle Angello”  en referencia al pintor de la Capilla Sixtina Miguel Ángel, tiene manos finas para las texturas. 

Lo trae desde niño cuando hacía garabatos en cualquier lugar de la casa, en las paredes o cuadernos y sus padres descubrieron su talento hasta apoyarlo.

A veces talla en cuadros, a veces en paredes. Pero el tiempo le ha enseñado que también se puede en otros objetos. 

“La gente me pide tejas personalizadas, quieren que les haga una flor, una rosa, una virgen o un retrato”, dice mientras observa en su derredor algunas obras suyas en el negocio, su propia casa de donde ejerce esta profesión.

“Cada obra representa la emoción que siento en el momento. Hay cuadros que llevan colores vivos y fuertes y hay dibujos que los siento apagados, demasiados apagados que demuestran mi estado de ánimo triste”, alude. 

Y agrega que la pintura lo entretiene y más si hace caricaturas, la otra especialidad que aprendió en su fascinación por el dibujo. 

Piensa que la forma de medir su talento es con las respuestas de los clientes.  

Cuando las personas lo ven (los cuadros) pueden sentir las texturas, sienten cabal el trazo y la línea, sienten que todo se hace a mano”, enfatiza. 

Sin embargo subraya que le gustaría que las personas “me vieran lo dinámico que soy, que vieran los cuadros, los países, las caricaturas y el arte de comunicar algo”.

Su destilo es variado, según lo describe aunque luego dice que le impregna mucho realismo.

Quiere su propio taller de artes

No se queja de su trabajo. Al contrario  se le ve feliz. 

Pero si hay algo que pretende a corto plazo es un taller de artes. Actualmente pinta, imagina, crea y talla. Todo con la mano. Muchos otros aprovechan la tecnología para hacer los diseños o dibujos. 

Pero “Michaelle Angelo”  lo hace todo con sus habilidosas manos. De eso se siente orgulloso.

Sin embargo, su deseo es trascender como cualquier artista. 

Quiere un taller en “ donde pueda enseñar a los niños, hay niños que sienten ese talento”, agrega.

Pero a ello, también le inquieta la idea de pintar en San Marcos. “Me gustaría pintar en las paredes de San Marcos, hay muros pintados que no tienen sentido”,  sostiene.

Ha participado en exposiciones en la Universidad de El Salvador y nunca en su ciudad natal.

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