Las historias escondidas de Cihuatán.

Las historias escondidas de Cihuatán.

Al norte de San Salvador convive con el paso de los años, el sitio arqueológico Cihuatán que se detiene en el tiempo y revela la cultura de nuestros antepasados hasta su destrucción sin que se tenga todavía verdades absolutas al respecto en algunos fragmentos de este pasado milenario

Cihuatán esconde muchas historias que se desempolvan al visitarlo. Es un sitio arqueológico prehispánico de El Salvador y se ubica en el municipio de Aguilares.

Tiene una extensión estimada en unos tres kilómetros cuadrados y además está muy próximo al volcán de Guazapa.

Como bien dice Samuel Hernández, guía nacional certificado, hablar de Cihuatán es referirse a nuestras culturas ancestrales.

“Es un bello paraje en el cual tenemos una cantidad de cultura de nuestros ancestros”, dice mientras señala la ubicación de lo que un día fue el templo circular Ehécatl o “El Dios del Viento” aunque los mayas veneraban a muchas otras divinidades como el sol, la lluvia o bien la luna.

La ciudad fue construida y habitada entre los años 900 y 1200 d.C. Sus habitantes eran indígenas mayas, pero se sospecha que hubiera otros grupos étnicos en la ciudad.  

Era una comunidad que duró unos 150 años luego de su destrucción propiciada por otras tribus.

Resulta curioso observar como la arquitectura y los artefactos aún visibles estaban entrelazados con las culturas de Centroamérica y el sur de México.

Hernández dirige la mirada a otro lado y ubica el campo de juego de pelota norte, uno de los atractivos que cuando sucede la destrucción ya estaba construido.

Caso contrario pasaba con el campo de pelota poniente que estaba en construcción. En estos lugares los ancestros solían jugar con una pelota de caucho.

Formaban dos equipos por bando de cinco personas y utilizaban atuendos de cinturón de cuero para amortiguar la pelota y cada quién usaba los codos, cadena y rodillas sin permitir que el balón cayera a la plataforma de la cancha.

El equipo que ganaba era sacrificado, cuenta el guía salvadoreño, pero aclara que esa información continúa siendo un misterio.

Sin embargo, no se puede ocultar la Pirámide los Sacrificios, la cual ha sido restaurada para su conservación.

Ver esta estructura es tomar en cuenta el uso de la imaginación, creatividad y la tecnología. Data desde hace 900 a 100 años, y todavía hay algunos vestigios. Los drenajes están a prueba de inundaciones y a la fecha esos sistemas se conservan.  Además una persona puede hablar suavemente desde arriba de la pirámide y ser escuchada fuertemente a un lugar distante de la misma zona.

Cihuatán fue deshabitada entre los 1050 y 1100 dC y se supone que fue por las guerras que se libraban durante esa poca. Fue quemada junto con otras ciudades centrales bajo su dominio.

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