Centro histórico de San Salvador, el vivero ambulante de Romel y Carmen

Centro histórico de San Salvador, el vivero ambulante de Romel y Carmen

Cactus, suculentas, orquídeas y otras plantas ornamentales forman parte del vivero ambulante de una joven pareja que recorre las principales arterias del centro de la capital salvadoreña para ganarse la vida y sacar adelante a sus dos pequeños de 6 y 8 años.

Todas las tardes de martes a domingo, Romel Rochach y su esposa Carmen acuden puntualmente al centro histórico capitalino, cada uno con su bandeja de cactus, suculentas, orquídeas y otras plantas ornamentales colgando de sus hombros.

Las calles aledañas al Teatro Nacional, al Palacio Nacional, a la Catedral Metropolitana, al Parque Libertad, la Plaza Barrios y la Plaza Morazán; se convierten en sus centros de venta.

Las recorren de arriba a bajo con una bandeja hecha de durapax colmada de macetas, la mayoría diminutas, ofreciendo sus plantitas por doquier.

Romel y Carmen se unen a centenares, millares de salvadoreños que ofrecen desde ropa, calzado, cables de teléfono hasta arte, en todos esos rincones del centro capitalino, que sigue siendo el epicentro del comercio y el lugar donde los vendedores informales, un número que cada vez mayor, luchan por ganarse la vida.

Romel que perdió su trabajo como supervisor de marca en una agencia de publicidad y Carmen que abandonó su puesto en una maquila, ahora ven este sitio como la oportuniad de obtener ingresos y ya llevan seis años, haciendo de la zona, su vivero ambulante.

De vez en cuanto algún comerciante les presta una java (cesta de plástico) que usan como soporte, colocan la bandeja y hacen una pausa para detenerse a atender a los clientes que curiosos aprecian las delicadas suculentas o los cactus.

Romel asegura que el trabajo es cansado, sobre todo por el sol inclemente de las tardes de verano y por las intensas lluvias que a veces los obligan a guardar la mercadería en una bodega cerca del Parque Libertad.

Sin embargo, Romel no se queja. El joven moreno y de apariencia atlética asegura que, aunque al principio le costó adaptarse a la calle le halló el gusto cuando descubrió que podría obtener suficientes ingresos para sostener su modesto hogar ubicado en el municipio de San Martín al oriente de la capital. Tan bien les fue, que luego se unió su esposa.

Esposos y socios

Romel, confiesa que se involucró en el cultivo de cactus y suculentas, su producto más popular, luego que la empresa para la que laboraba le cesara el contrato.

No conocía nada del cultivo de estas populares plantas, pero una persona que tenía viveros lo empleó y le enseñó lo básico.

En su casa comenzó a experimentar y orgulloso fue cultivando y produciendo variedades de suculenta,s su producto más popular. Hoy ofrece 38 variedades, desde las miniatura hasta unas de regular tamaño.

“Me va bien, ya llevo seis años en esto y ahora se ha unido mi esposa, es duro pero nos sentimos contentos que la gente se detenga y compre. Nos gusta explicarles cómo deben cuidar las plantitas y todo el proceso”, cuenta el joven de 33 años.

La mayoría del producto lo siembran en vasitos de plástico ya preparado con un sustrato especial y aunque la bandeja es pesada, Carmen, la esposa de Romel, asegura que ya se adaptó al trabajo y también le gusta.

“Yo me vine a ayudarle y nos dividimos las calles para vender. Es producto de calidad y la gente lo busca y a mi me agrada lo que estamos logrando”, cuenta la joven emocionada.

La joven pareja que permanece en las princiaples arterias del centro histórico de dos de la tarde hasta eso de las siete de la noche de martes a domingo, logran vender suficientes unidades al día, esto sino llueve o si la autoridades no los mueven de lugar, como para pagar los gastos familiares.

Ambos anhelan que las autoridades les permitan obtener un local fijo donde la gente pueda llegar a comprarles, ya han hecho varios intentos en la alcaldía capitalina, sin obtener resultados.

Los jóvenes están preocupados por el aumento de casos de COVID en El Salvador, porque se han cancelado las fiestas capitalinas y eso hace que la afluencia de clientes baje, pero siguen confiando en Dios que siempre habrá formas de salir adelante.

Un comentario en «Centro histórico de San Salvador, el vivero ambulante de Romel y Carmen»

  1. Gracias mipaisitosv por tan lindo reportaje, viaje con ellos por las calles de San Salvador pues la manera que lo describe la escritora para mi fue con cuento lleno de flores. Les deseo lo mejor a esta joven pareja, muchos éxitos y que Dios los bendiga.

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