Economía salvadoreña se recupera gracias a remesas y exportaciones

Economía salvadoreña se recupera gracias a remesas y exportaciones

Representantes de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) destacan las perspectivas de crecimiento económico de El Salvador pero aseguran que es provocado por un mayor flujo de remesas y por el incremento de las exportaciones.

Cada 15 días o dependiendo de las necesidades, Miguel Mejía viaja a un supermercado o a una agencia bancaria de la ciudad estadounidense de Daly City, California, a depositar dinero para su hija, a su madre, su hermano y de vez en cuando un amigo que predica y reparte comida en San Salvador.
En sus 16 años de vivir en la nación del norte, el dinero nunca les ha hecho falta a sus seres queridos porque Miguel ha tenido suficientes ingresos pese a sortear varias dificultades.
Mejía es un delivery salvadoreño que recorre largas distancias para ganarse la vida en Estados Unidos y procurar que el dinero siempre llegue a sus seres queridos.
Como él, muchos compatriotas se ganan la vida de diferentes formas y envían remesas a El Salvador, recursos que son pilares para la economía del país
Según plantea la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), el país sí está experimentando una recuperación económica en los últimos meses y es gracias a la ayuda económica que envían los compatriotas del exterior y a las exportaciones.
“Tenemos remesas como nunca las tuvimos. Como consecuencia de que hay más ingresos del exterior y más exportaciones, el fisco está recaudando más impuestos”, dijo Waldo Jiménez, gerente Económico de la gremial.
Pero el crecimiento de las remesas es consecuencia también del bono que el gobierno estadounidense está dando en los residentes en Estados Unidos debido a la crisis por la pandemia, y señala que de lo que reciben nuestros compatriotas, una buena parte viene hacia el país. “Hay $1200 millones que han venido en siete meses”, indicó el economista.
De acuerdo a la Directora Ejecutiva de la ANEP, Leonor Selva, la remesa es un subsidio que depende de la situación interna de Estados Unidos más que de El Salvador y de las “buenas relaciones que se tenga con dicha nación”.
Sin embargo, Jiménez alertó sobre la posibilidad de que el flujo de dinero que llega del exterior se modere cuando termine el bono extraordinario que entrega el gobierno estadounidense por el desempleo o debido a la crisis, tras el impacto de la pandemia por el Covid-19.
A este comportamiento el economista le sumó la proyección de crecimiento económico de un 4.5% otorgada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que en su opinión, podría incluso alcanzar una cifra de 8% en este año.
Además, destacó que si las exportaciones se mantienen podrían tener un impacto positivo en la economía nacional porque “significan empleos e ingresos para las familias”.
“Todavía hace falta recuperar 24,000 empleos de los 74,000 que se perdieron (en 2020). Se cerraron 1,700 empresas a mayo del año pasado, pero 1,000 de ellas han logrado abrir. Falta recuperar 700 negocios que generan empleos”, indicó.
No obstante, ambos dirigentes consideran que hay algunos factores que podrían impactar negativamente en la economía salvadoreña como el incremento en los precios de los productos derivados del petróleo.
“El petróleo ha subido un 70%. Teníamos 8 o 10 años en que la inflación no pasaba del 2%, hoy está cerca del 4%”, afirmó el gerente Económico de la ANEP.
Y además se refirió a la deuda adquirida por las actuales autoridades y que a su juicio influye negativamente en la economía porque se han comprometido más de $2000 millones.
“Desde mayo, se ha anunciado que se va a contratar deuda por $4500 millones, que nos llevaría que la deuda PIB pase del 92 al 110%”, advirtió.

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