Palacio Tecleño de Bellas Artes, una joya arquitectónica

Palacio Tecleño de Bellas Artes, una joya arquitectónica

El Palacio Tecleño de Bellas Artes es uno de los principales atractivos del Paseo El Carmen. Para los turistas que  cada fin de semana visitan la zona es casi un ritual tomarse fotografías en el balcón principal del edificio.

A lo lejos se escuchan los gritos del caporal en las fincas de la ciudad de
”Nueva San Salvador”, mientras cientos de hombres recolectan los granos de café.

Es la primera década del siglo XX, época  en que el café era el principal producto de exportación en El Salvador.  

Las carretas tiradas por bueyes transportaban desde la finca el “grano de oro” hacia los beneficios donde sería procesado.

En la ciudad la tranquilidad es interrumpida por la construcción de una enorme casa que sería  la residencia de la familia Castaneda Escolán.

La casa la mandó a construir don Fernando Castaneda, padre.  Poco a poco las manos  de los trabajadores le dieron forma a lo que años  más tarde se conocería como El Palacio Tecleño de Bellas Artes.

En la misma zona destacaban la Casa de la familia Guirola, el Hogar de niños Adalberto Guirola y la Iglesia El Carmen. 

Se dice que “la casa de los Castaneda” pasó a manos de la municipalidad  de Santa Tecla entre los años de 1924 , como pago de una deuda. Desde esa fecha hasta el años 2001, sus instalaciones fueron utilizadas como oficinas del Palacio Municipal.

La casa cuenta con 17 salones, puertas de madera, altas columnas y bellos balcones y un enorme patio interno. el área de construcción es de 1,570 metros cuadrados, con una fachada de 40 metros de largo.

De nuevo la tranquilidad que se vivía en Santa Tecla fue interrumpida la mañana del 13 de enero de 2001, un fuerte terremoto estremeció todo el territorio nacional.

El Palacio Tecleño sufrió serios daños, pasando más de 6 años en total abandono.

En el año 2007 la alcaldía tecleña inició los trabajos de remodelación de las instalaciones, dando paso a lo que se convertiría en el centro cultural de la ciudad.

De nuevo la casa lució remozada, en sus salones se instalaron exposiciones de pintura, se impartían clases de baile, y de nuevo  se bebía café en un restaurante que había en su interior.

En la actualidad el Palacio de Bellas Artes es uno de los principales atractivos del Paseo El Carmen. Para los turistas que  cada fin de semana visitan la zona es casi un ritual tomarse fotografías en el balcón principal del edificio.

En los cafetales de la zona se sigue cortando café, cientos de personas caminan uno a uno los surcos de las fincas, mientras en la ciudad, del 1 al 25 de diciembre, las calles se llenan de algarabía pues se celebran la fiestas en honor al Niño Jesús, patrono del municipio.

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