El deslave en Nejapa, al norte de San Salvador causó la muerte de nueve personas (hasta el mediodía de este viernes). Algunos de los sobrevivientes relatan lo sucedido y el dolor que dicen estar enfrentando tras la pérdida de sus seres queridos. La mayoría que quedó sin nada.
En medio de un montón de lodo y piedras encontramos a Miguel Ángel , busca algunas cosas de valor entre los escombros de lo que fuera su casa, hurga entre las raíces de los árboles y las piedras desperdigadas. Lo que más le importa dice, es encontrar su Documento Único de Identidad, DUI.
El resto se lo llevó la correntada en un abrir y cerrar de ojos. “Mire yo sentí que la tierra temblaba y escuché un gran zumbido”, cuenta, tiene su cuerpo cubierto de lodo y de sudor.
“Como pude abrí la puerta y salí corriendo hacia arriba. Me agarré de un poste de luz y el poste se pandeó y pasaban los trozos. Les decía a las familias ¡ sálganse ! algunos de mis hijos lograron hacerlo”.
Miguel ángel, sobreviviente
Miguel perdió a un hijo de 17 años mientras otro se encuentra en el hospital. Su esposa fue encontrada muerta apenas amaneció.
El drama no terminó ahí. Más tarde se enteró que a un nieto suyo, de apenas siete meses se lo llevó la corriente.
“No lo han hallado a saber donde lo arrastró y la compañera( de uno de sus hijos) está en el hospital”, relató con lágrimas y un tono de desesperación.
El día en que perdió a su padre
Dimas Alcides ya no verá a su padre, don Maximiliano. Eran las 11 de la noche del jueves cuando las fuertes correntadas los tomaron desprevenidos.
No hubo tiempo de sacar nada, aunque para Dimas lo único importante era rescatar a sus padres.
“En ese momento venía de mi trabajo, y entonces mi mamá pedía auxilio, la pude ayudar pero lastimosamente mi padre falleció”.
Dimas Alcides, sobreviviente
El hombre, un jornalero, que acababa de llegar del trabajo lo vio todo. “Vi que venía lodo, piedras, venía votando árboles”, sostiene.
Asegura que la tierra acumulada a dos kilómetros de la zona del caserío Los Angelitos 2 provocó la tragedia.
El caserío siempre fue bordeado por una quebrada y nunca tuvieron problemas con el cauce.
Fue hasta que el “señor de las propiedades de los contornos, hizo un volumen grande de tierra tapando la quebrada lo que interrumpió el acceso al agua”.
Abuela perdió a su nieto
Claudia Beatriz Hernández, de 19 años se salvó de morir aunque su hijo, Víctor Mauricio no corrió la misma suerte.
Ella se encuentra recibiendo atención hospitalaria y su condición parece no ser grave.
La madre de Claudia, Sara Ester Palacios, de 37 años, no reside en el lugar del deslave pero este viernes cuando le avisaron de lo ocurrido llegó de inmediato.
Sin embargo, está preocupada por su hija. “Mi esposo anda buscándola, yo no vivo acá, me fueron avisar de que había sucedido esto y vine a ver”, subraya.
Esperó ver la vivienda dañada pero no hay huellas de nada, todo se lo llevó la correntada de agua y el alud de tierra, lodo y piedras.
Solo encontró un nuevo testamento y un monedero vacío, nada más.
Siento muchísimo lo sucedido, ojalá el gobierno apoye a estas familias y estoy segura que así será el presidente Bukele no es indiferente al dolor de los Salvadoreños,ánimo compatriotas estamos con ustedes ❤️