El mal tiempo le pudo pasar factura a Alfredo al caer un árbol en su vivienda, ubicada sobre la calle a Mariona. El dice estar agradecido con Dios por mantenerlo con vida
Hay larga vida para don Alfredo y él lo agradece. Las intensas lluvias provocaron la caída de un árbol sobre su vivienda construida a base de lámina y madera.
Tiene 100 años y por fortuna resultó ileso aunque su casa no corrió la misma suerte.
“A mí me dio aflicción, yo dije la casa se cayó, pero no” dijo con rostro de satisfacción.
La vivienda, ubicada sobre la calle a Mariona, presenta daños pero se puede reconstruir. Aún así, el anciano, se muestra agradecido y sorprendido por lo sucedido.
“No se cayó por la voluntad de Dios, el palo fue… “ dice. Don Alfredo vive en una zona rural, rodeada de árboles y de quebradas, las condiciones de vulnerabilidad que se pusieron de manifiesto frente a la situación de tipo temporal que enfrenta el país por la depresión tropical Eta.
Cuando ocurrió el percance, doña Deysi, propietaria de la casa, acudió de inmediato e imaginó lo peor.
“Hay niña Deysita, mire se le cayó la casita” le dijo una vecina. Pero a ella no le importaba el daño o la pérdida material, sino la de su amigo a quien conoce desde hace muchos años. “ Queeee el viejito” contestó.
“Se me murió Alfredo, no Dios mío”, reaccionó preocupada. Ahora agradece a Dios por su amigo se encuentra sano y salvo.
Deysi también encontró una segunda buena noticia: El Ministerio de vivienda ha realizado una evaluación de daños para reparar la casa o hacerla nueva.
Los técnicos llegaron inmediatamente al lugar y reafirmaron el compromiso de llevar el material una vez esté despejada la zona.
“La bendición viene de lo alto, sin el pode de Dios, ni las hojas de los árboles se mueven dijo la dueña de la vivienda
