Cinco salvadoreños originarios de Apastepeque, San Vicente, llevan siete años dedicados al cultivo de cacao y ofrecen una variedad de productos que posicionan en ferias y mercados. Su principal objetivo es destacar la riqueza gastronómica e histórica de este milenario fruto.
Chocolate dulce,anís de cacao, tablilla de chocolate para bebidas calientes ya sea la tradicional, la semiamarga y la pura, garrapiñada (semilla de cacao forrada con panela), galletas y hasta té de cacao, son parte de la variedad de productos que están ofreciendo los entusiastas productores de la Asociación Fincas Teconal.
Un mecánico, un predicador de una iglesia, un ingeniero en informática, un técnico en sistemas y un agricultor, todos originarios de Apastepeque, San Vicente, se conocieron y se unieron por una pasión común: el amor a la tierra y sobre todo al cacao.
Cada uno había venido trabajando por separado y hace cinco años fundaron la organización que les permite mantener quince manzanas cultivadas con cacao y árboles frutales, explicó Erasmo Novoa, de profesión mécanico y uno de los más apasionados con este delicioso fruto.
Don Erasmo contó como el grupo está comprometido con el proyecto y trabajan por dar a conocer no solo la Asociación que han formado sino el potencial histórico y gastronómico que el cacao tiene.
“El cacao fue un cultivo histórico en toda Mesoamérica, fue moneda y también dio riqueza a toda esta región, pero se perdió con la llegada del algodón, la caña y el café, hace diez años, de nuevo algunos productores comenzaron a rescatarlo por su valor histórico y su sabor único, y ahí entramos nosotros, que también apostamos por eso”, explica don Erasmo.
Los cinco socios y amigos se dedicaron primero a “sembrar agua” es decir a plantar en las quince manzanas que pertenecen a la Asociación, árboles frutales que garanticen agua y brinden la humedad necesaria para el cacao.
También y gracias a capacitaciones de organizaciones internacionales y locales aprendieron a elborar sus insecticidas, abonos y vitaminas orgánicas para dar mayor nutrición y sabor al producto.
Luego han venido investigando e innovando hasta elaborar desde la tradicional tablilla hasta una exquisita infusión a base de cacao que es un deleite al paladar.
Don Eramo asegura que si bien por ahora no viven de lo que produce la finca están convencidos del potencial del cultivo y trabajan por un sueño, crear un proyecto que involucre turismo y cultura y permita que la gente que los visite no solo pruebe los deliciosos productos que se logran con el cacao, sino la historia y cultura que hay tras ese fruto milenario.
Desde moneda hasta un delicioso alimento
Según datos históricos el cacao fue descubierto por los españoles en 1502 cuando Cristóbal Colón se encontró con una embarcación Maya en el Golfo de Honduras cargada de cacao.
Se cree que el uso del cacao se remonta a 2,600 años atrás y tenía gran valor para la civilización Maya ya que fue utilizado como moneda, elemento de intercambio comercial y fue y sigue siendo clave en la preparación de comidas y bebidas.
Según el sitio ciudadesmayas.com fue un monasterio en Zaragoza, España el primero en recibir semillas de cacao para poder fabricar chocolate en Europa.
El primer envío formal de chocolate se registra en el año de 1522 a cargo del franciscano Olmedo. Luego fue introducido en Italia en 1606 por Francesco Carletti y en 1615 alcanza Francia.
Hoy día es considerado un tesoro para la producción de chocolate y entre más puro se procesa más delicioso es su sabor.
En El Salvador dejó de cultivarse de manera formal por muchos años, pero hace una década ha cobrado de nuevo fuerza y salvadoreños como don Erasmo y sus socios están luchando por difundir la riqueza en sabor e historia de este milenario fruto.
Interesante reportaje, lo único que yo sabía es que sabe rico. Gracias mipaisitosv por educarme.