La muerte anunciada del Parque Zoológico Nacional

La muerte anunciada del Parque Zoológico Nacional

Una decisión de la Asamblea Legislativa, a petición de la Unidad de Bienestar Animal, permitió la clausura este jueves 26 de mayo del Parque Zoológico Nacional, uno de los centros de atracción de adultos y chicos que fue habilitado al público el 26 de mayo de 1953.

A los niños convertidos hoy en adultos solo les quedará el recuerdo nostálgico de haber contemplado algunos ejemplares en el Parque Zoológico Nacional. 

Bastará echar una mirada al pasado y a lo mejor tengan aún el vivo recuerdo de la elefanta Manyula, de los hipopótamos Alfredito” o “Gustavito”, los tres animales más emblemáticos de ese parque.

En la actualidad las autoridades informaron que el parque alberga 429 especies.

Por décadas el parque fue el sitio de visita permanente de estudiantes con fines académicos relacionados con las materias de zoología, ecología o simple curiosidad de conocer cada uno de los ejemplares.

Y las nuevas generaciones tampoco se quedaron atrás a partir de la atracción que les provocaba entrar en ese mundo de espesa vegetación mezclada con los simpáticos monos, las coloridas aves, entre otras especies.

Luego de 69 años de haber sido el único recinto público para admirar y conocer animales salvajes, aves, monos y más, el Parque Zoológico Nacional cerró sus puertas de manera permanente.

Su clausura era inminente porque las instalaciones no reunían las condiciones adecuadas  para albergar a los pocos animales que aún sobrevivían en el parque.

La decisión fue tomada por la Asamblea Legislativa la noche del 25 de mayo tras una pieza presentada por la Unidad de Bienestar Animal, del  Ministerio de Agricultura y Ganadería.

Las autoridades de la institución explicaron que la clausura del Parque fue por el deteriorado cautiverio en que permanecían los animales.

Las especies que todavía conservaba el parque serán trasladadas a otros refugios silvestres e incluso algunos regresarán a sus hábitats naturales.

“Con el cierre de dichas instalaciones, los ejemplares mejorarán su calidad de vida”, dijo Javier Vásquez, presidente de Bienestar Animal.

Pero regresar a su hábitat implicará un proceso que durará de entre seis meses hasta ocho años.

Se hará un estudio de cada caso y según las condiciones que presenten así se irá determinando el futuro de cada uno de ellos.

Por consiguiente ya no estarán en exhibición, las personas ya no podrán verlos, remarca.

Según explicó a cada ejemplar se le brindará un mayor cariño, disfrutarán de una mejor calidad de vida y pasarán, para las especies de más años,  un mejor desenlace en la etapa final de sus vidas.

El recinto que albergó por más de seis décadas al zoológico nacional será convertido en un parque con abundante vegetación para que los capitalinos puedan disfrutar de la riqueza natural que el sitio posee.

Fotos retomadas de cultura.gob.sv y  R CAMARO27

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