En la ciudad de Santa Ana nació Dulcería Magdalena, un negocio que desde su inicio conquistó el paladar de sus clientes.
Fue en plenas fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de Santa Ana a finales de los ochenta que frente a un ardiente fogón de leña, grandes peroles y paletas de madera, doña Magdalena Hernández comenzó a elaborar ricos dulces de higo, conservas de coco y jaleas de vasito;
La aceptación del público no se hizo esperar ya que en la elaboración de los dulces doña Magdalena usaba frutas de calidad, “que se sienta más el sabor a la fruta y no a pura azúcar”, decía mientras pelaba la fruta de estación.
Ella transmitió sus conocimientos culinarios a su hijo Francisco Leonel quien junto a sus hijos amplió el menú de dulces entre los que se encuentra el higo con leche, pasas con leche y semilla de marañón con leche.
Se mantienen como productos estrellas la cocada, el dulce de tamarindo, de papaya, chilacayote, mazapán y melocotón, entre otros.
Con la llegada del Covid-19 la dulcería vio reducida su venta ya que se cerró el comercio a nivel nacional, pero esto no ha detenido el espíritu emprendedor de los Hernández y hoy en día buscan nuevos puntos de venta para sus productos que ellos muy orgullosos califican de “100% naturales”.
Si usted quiere endulzar su paladar puede llamar al teléfono 7304-1672 o visitar el quiosco ubicado en la tercera etapa del Centro Comercial Plaza Mundo en Soyapango.
Dulcería Magdalena le apuesta a trabajar duro para hacer crecer su negocio y aseguran tener la fórmula perfecta: “ Dulces frescos y naturales sin preservantes ni colores artificiales”.
Muy interesante el artículo del Palacio Nacional, la próxima vez que vaya a mi país será una parada obligada.