Susy Serrano una joven de tan solo 23 años y originaria de Nombre de Jesús en Chalatenango, obtuvo uno de los tres primeros lugares que la Organización Mundial de la Salud, OMS, entregó el pasado 14 de mayo a cortometrajes sobre la pandemia COVID -19. En el certamen participaron 1,300 cortometrajes de 110 países.
Susy Serrano estudia periodismo en la Universidad de El Salvador, no es cineasta y es la primera vez que realiza un cortometraje, por ello la sorpresa de que su producción fuese elegida entre 1300 trabajos de al menos 110 países sigue siendo “impactante” para ella.
“Phosphôros” es el nombre del cortometraje de apenas 2.20 minutos con el que la joven obtuvo el primer lugar en la categoría Cobertura Sanitaria Universal y que ha puesto el nombre de El Salvador en titulares de grandes medios internacionales. Incluso el presidente de El Salvador la felicitó por medio de Twitter.
“Yo nunca he hecho nada, este cortometraje es mi primera producción”, cuenta orgullosa.
Ella realizó “Phosphôros” en mayo de 2020 para participar en un certamen de cortometrajes hechos en casa que realizó la Escuela de Artes Visuales y Cine, EsCine, en El Salvador, donde participaron unos 370 trabajos y también obtuvo el primer premio.
Luego llegó la convocatoria de la OMS y fue su hermana Sara, quien la animó a someter su pieza al concurso mundial.
El premio de la Organización Mundial de la Salud es para ella la “cosa más grande que le ha pasado en la vida”, tiene un mérito enorme para una joven que ha sido criada en medio de montañas, a 113 kilómetros de la capital salvadoreña.
Su cantón Potrerillos en el municipio de Dulce Nombre de Jesús, está pegadito a Honduras, a unos 8 kilómetros y a veces, la señal de Internet es mala , lo que le complicó tanto producir como subir a la plataforma del concurso el corto que resultó ganador.
El cortometraje, que está hecho bajo la técnica de Stop Motion, que según ella explica es ir tomando foto tras foto para luego recrear una escena, está hecha con fósforos e inspirada en su hermana Sara, estudiante de sexto año de medicina y su madre, Albertina que lleva 30 años trabajando como promotora de salud.
Susy que experimentó el temor al contagio de sus seres más queridos se inspiró en ellas para recrear una escena en la que un médico y una enfermera atienden a dos pacientes con COVID y los salvan, pero luego uno de los miembros del personal de salud se contagia y muere.
“Yo viví de cerca cómo se enfrentaba la pandemia el personal sanitario, por mi madre y mi hermana, y este trabajo audiovisual es como un homenaje para ellos por todo lo que le ha tocado pasar”, contó.
“El amor no es individual, los corazones en tiempos de pandemia son colectivos; todas las vidas son importantes. Vestidos de blanco surgen héroes y heroínas, que permitirán a este mundo continuar, algunas veces en la vida es necesario llorar para que resurja la verdadera valentía. El enemigo COVID-19, no es rival para un verdadero amor”, se describe en el video publicado en el canal de YoTube de Süsy Serrano.
Cuando Susy recibió la invitación para participar en la ceremonia de premiación del certamen de cortos de la OMS, el pasado 14 de mayo, no podía ni creerlo.
La ceremonia fue en Ginebra, Suiza, a las 10 de la mañana, alrededor de las 2 de la mañana hora de El Salvador y fue su mamá quien la acompañó en ese madrugón que le cambió la vida.
Cuando escuchó su nombre como una de las ganadoras, entre 1300 trabajos, fue su progenitora, una luz para ella, quien le dio su primer abrazo. “Fue algo hermoso que no puedo describir todavía”, cuenta con la voz entrecortada.
Más tarde vendría una avalancha de felicitaciones y de llamado para entrevistas que la sigue manteniendo ocupada y que le estrujan el corazón, cuenta.
“Fue demasiado impactante para mí, mi familia y mis amigos y luego para el país, yo no me lo creo. Es difícil esto de la fama (se ríe) porque estoy en mi último año de carrera y me llaman para entrevistarme y a veces debo viajar a San Salvador, esto de haberme hecho famosa de repente, es algo que todavía no me creo”, cuenta emocionada.
Fue el propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien anunció a los tres ganadores, el corto de Susy fue el vencedor en la categoría de trabajos que promocionan la cobertura sanitaria universal.
En la categoría de emergencias sanitarias el premio fue para el británico Daniel Wheeler por “Estresados, una pandemia de miedo”, en el que relata el alarmante nivel de niños desplazados en Oriente Medio debido a la COVID-19.
Y en la categoría “mejor salud y bienestar” fue galardonado el cortometraje “Un viaje de esperanza”, del neerlandés Jorik Dozy y el malasio Sean Lin, donde se cuenta cómo una niña de 10 años debe viajar ocho horas en tren nocturno cada semana para tratar su cáncer en un hospital de la India.
Los directores de los tres cortos premiados recibirán una presea- La mía viene en camino por correo, dice la joven emocionada – y una beca de $10,000 para poder proseguir sus proyectos audiovisuales.
El festival de la OMS también reconoció con premios especiales y menciones del jurado cortos realizados en Francia, Mongolia, Malawi, Suiza, Nigeria o Albania.
“No hay límites cuando quieres hacer algo”
La joven que además de estudiar es también es asistente de una materia en su universidad, sueña con la posibilidad de seguir haciendo cine o animación, pero reconoce que es caro, por lo que espera lograr algún apoyo económico.
“Yo estudié en la escuelita de mi cantón, luego me fui al municipio a estudiar el bachillerato y luego estoy en periodismo en la universidad de El Salvador”, cuenta Susy, quien es la menor de cuatro hermanas.
“Espero yo que reciba el apoyo, porque estudiar cine o animación es caro, yo no podría costeármelo, pero creo que esto va a abrir otras oportunidades y de no ser así, igual voy a seguir produciendo”, dice convencida.
Ya recibió algunas llamadas de gente que le ha ofrecido ayuda, pero ella prefiere esperar a anunciar algo, hasta que se concrete.
Lo que si está decidido es que no se detendrá en seguir luchando por sus sueños. “Siempre me ha gustado la fotografía y conozco lo audiovisual y ahorita he investigado la animación, pero es caro y también el cine, yo quisiera seguir en esto porque me ha gustado mucho”, cuenta.
Susy dice que las oportunidades existen sin importar donde la persona se encuentre, la clave es luchar por lo que se quiere alcanzar.
“Yo creo que aunque no tengas una formación de calidad, o venís de una escuelita pública o un cantoncito, no te tiene que limitar, cuando tienes las ganas de hacer algo el lugar de donde eres no debe detenerte”, explica.
Y ella se basa en su propia experiencia, al hacer el cortometraje no tenía recursos, ni trípode, lo hizo con un teléfono móvil y mala señal de Internet y forró los personajes con pedazos de plástico y la producción tiene una calidad única.
“Cuando se tienen las ganas de hacer algo uno se adapta a lo que hay y sale. Hay que buscar soluciones con lo que se tiene y siempre luchar. Las limitantes sobran, pero si uno tiene las ganas de hacer algo nada lo detiene”, concluye.
Que lindo cuando se pone a nuestro país en alto y este es el caso de Susy que con su bello trabajo lo logró, muchísimas felicitaciones y muchos triunfos !! Orgullo Salvadoreño 😊
Gracias, sí es un orgullo y una excelente noticia para el paìs.