Panchimalco o “Lugar de banderas y escudos” conserva parte de sus rasgos toltecas. Esta cultura precolombina de Mesoamérica data de entre los siglos X y XII. Su lengua era el náhuatl, la misma que dominó en el norte del altiplano mexicano durante ese período.
Es un municipio en movimiento, que se resiste al tiempo, aunque la modernidad siempre rompe esquemas tradicionales, pero este territorio no se doblega y la primera señal de permanecer intacta es la parroquia Santa Cruz o la iglesia de Panchimalco, la cual comenzó a construirse en abril de 1536 por indígenas residentes, dirigidos por los frailes dominicos.
La obra fue terminada en abril de 1730, su fachada ha sobrevivido a las inclemencias del tiempo conservando su estado natural.
En este municipio, rodeado de una vasta vegetación y de importantes sitios turísticos, se libraron fuertes batallas durante la conquista del territorio y los españoles la llamaron “El Fuerte” por las condiciones del lugar, que les daban cierta ventaja a los nativos en plena lucha feudal.
El arte en el Parque Escultórico de Panchimalco
El Parque Escultórico de Panchimalco está en el casco urbano, atrás del parque municipal. El sitio combina murales sobre la población indígena y escenas de la vida precolombina con algunas rocas talladas.
Ambos elementos dan un importante atractivo turístico al municipio, que de por sí está tratando de caracterizarse como impulsor de las artes plásticas.
El parque y otros destinos, experimentan especial afluencia de personas durante la celebración del día de Las flores y las palmas, cada primer domingo de mayo.
Y también durante las fiestas patronales en honor a Santa Cruz de Roma, que se realizan los días 13 y 14 de septiembre.
Además, el arte se pone de manifiesto con las danzas folclóricas que resaltan los bailes tradicionales. Quienes lo inculcan no pierden ningún detalle para conservar las raíces y la naturalidad de los habitantes
