Parque Infantil, un tesoro de memorias y diversión

Parque Infantil, un tesoro de memorias y diversión

La mayoría de los salvadoreños ha visitado este parque ubicado sobre la alameda Juan Pablo II y disfrutado de su trencito. Fundado en 1892  poseía un hipódromo, un estadio, un autódromo y fue la primera pista de aterrizaje que tuvo el país

Ahora se le conoce como Parque Infantil y ha perdido once de las 16 manzanas de terreno originales en las que fue construido y aunque está invadido por ventas ambulantes sigue siendo un sitio de reunión para chicos y grandes. Abuelos, padres e hijos lo han visitado alguna vez y guardan más de alguna memoria.

El parque tiene una historia casi mágica. Su nombre original fue Campo de Marte, en honor al dios griego de la guerra y su estructura original era similar a la de otros campos europeos de la época.

El Campo Marte fue un hipódromo donde se reunía la crema y nata de la capital.

Lo construyeron unos ingenieros traídos de España en uno de los puntos estratégicos de la capital salvadoreña . La idea era que fuese la sede de ceremonias militares.

Fue  inaugurado en 1892 por el presidente general Carlos Ezeta (1852-1903) con un desfile militar en conmemoración del 400 aniversario del descubrimiento de América.

Aunque ahora ha perdido su esplendor y está sitiado por ventas ambulantes, el Parque Infantil fue un sitio exclusivo de las familias acomodadas a inicios de 1900.

También contó con un hipódromo que fue inaugurado en 1903. Las carreras de caballo se llevaban a cabo en su mayoría durante los festejos agostinos, cita el libro “Postales Salvadoreñas del Ayer”, del doctor Stephen Grant.

También fue el primer estadio con el que contó El Salvador.

“En el hipódromo se podía apostar comprando boletos en una caseta o hacer apuestas privadas. Había una barra para refrescos. Los jinetes eran de El Salvador, Honduras y Panamá, los caballos los traían de Perú o Chile”, señala el volumen del doctor Grant.

El hipódromo fue construido para la clase media y popular, pero había un palco presidencial y alrededor se sentaba la gente de gobierno, los cafetaleros y los banqueros, y aparte, el pueblo.

Generaciones enteras han disfrutado de este centro de diversiones.

En los grandes festejos la gente lucía sus mejores galas, las mujeres llevaban ropa elegante, con guantes y sombrero por el día, y abrigos por la noche. Y los hombres trajes de sastre y también sombreros.

También fue aeropuerto y estadio

Quizá muy pocos saben pero los primeros aviones que aterrizaron en Centroamérica lo hicieron en el Campo de Marte que fue además la primera pista de aterrizaje que tuvo El Salvador.

En 1924 el lugar también se convirtió en el Estadio Nacional y lo fue durante aproximadamente una década, hasta que se construyó el Estadio Nacional Flor Blanca, hoy Jorge Mágico González, para los Terceros Juegos Centroamericanos, en 1935.

Cuentan que entre los años 1920 y 1930, un pasatiempo favorito de los jóvenes capitalinos era pasear en el Campo de Marte, los muchachos en una dirección y las señoritas en la otra, ¡mirando a escondidas a su favorito del sexo opuesto!

El tren daba un viaje de minutos, pero era la diversión absoluta de chicos y grandes.

Los fines de semana, conocidas orquestas de la época deleitaban a los visitantes, que abarrotaban este importante centro de descanso. Según algunos registros, el Campo de Marte tenía una parte pavimentada donde se estacionaban los pocos y lujosos autos de la época.

El declive del parque

Todos los atractivos con que contaba el parque fueron eliminados poco a poco por el acelerado crecimiento de la ciudad y debido a la expropiación de terrenos por parte de los gobiernos de turno.

En 2012 le incorporaron al parque imágenes del hermoso libro El Principito.

De las 16 manzanas de terreno, su extensión inicial, se redujo hasta contar ahora con apenas cinco. Cada presidente pero sobre todo Arturo Molina (1972-1976) y José María Lemus (1956-1959) le quitaron una porción a tan emblemático parque.

En 1956 el presidente José María Lemus donó parte del parque a la entonces llamada Procuraduría General de Pobres, para que fuese un espacio gratuito donde las madres de escasos recursos llevaran a sus hijos a jugar.

A finales de los 70, el presidente Arturo Armando Molina decidió ampliar la séptima calle, hoy Alameda Juan Pablo II, de dos a seis carriles, y le quitó una buena porción al Parque.

También a finales de los 70, se construyó el Palacio de los Deportes, la Procuraduría General de la República y otras dependencias de gobierno, y para ello, también se tomó parte del terreno. Aunque no hay registro de cuánto fue, se cree que su extensión se redujo al menos a la mitad.

Desde ese tiempo se fue reduciendo su extensión, luego le dieron un pedazo al Ministerio de Justicia, para construir unos edificios y del lado del INDES ocuparon un pedazo para crear una calle de retorno, justo donde está la estatua de Gandhi.

En 1976, siempre durante la administración del presidente Molina, el parque pasó a la administración del Ministerio de Educación y se decidió remodelar las instalaciones y transformarlo en un lugar de entretenimiento para la niñez salvadoreña.

Ese año se instalaron las primeras ruedas mecánicas, se puso a funcionar el trencito y recibió el nombre de Parque Infantil de Diversiones.

La figura de Dumbo es una de las mas antiguas del parque.

La penúltima pérdida de terreno ocurrió alrededor de 1987, luego del terremoto que afectara al país un año antes, ese año se quitó otra porción del parque para construir nuevos edificios de la Procuraduría General de la República que habían resultado dañados por el terremoto.

La última intervención del parque ocurrió con la construcción de una de las estaciones del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador,  Sitramss,  que le quitó uno 2653.45 metros cuadrados, lo que provocó que se modificara el trazado del emblemático tren y el monumento a la madre.

3 comentarios en «Parque Infantil, un tesoro de memorias y diversión»

  1. Que reportage más interesante, llevé a mi hijo a los finales del 70 y me trae recuerdos bellos pero a la vez de nostalgia pues viviendo fuera del pais por tantos años y al ver y saber tantas cosas del parque Marte que nunca supe me da más nostalgia y a la vez querer más a mi bello El Salvador ❤️

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