En la transición de la tarde y noche, se encuentran dos mujeres y un niño en una isla labrada por la propia naturaleza.
Desde arriba se contemplan los distintos polos y el agua verdosa hasta color turquesa del lago de Suchitlán, en Suchitoto.
Esta Justo cerca del lugar donde cayó una avioneta con sus cuatro tripulantes a bordo el primero de octubre de 2014.
Por eso, es que en la parte alta se encuentra el fuselaje de la aeronave, que se resiste a perder los calores azul y blanco a pesar de los años.
En la parte baja está la cueva que pareciera tener vida aunque esté inerte, No la doblega el tiempo, llueva, tiemble o crezca el caudal del lago.
El lugar cobijó por 14 años a Carlos Manuel Lemus Martínez, un pescador originario de Güija, Metapán quien decidió por cuenta propia aislarse del mundo hasta morir.
Esta Isla se llamaba Copapayo, pero tras el paso de Lemus en la zona, es conocida hoy en día como “La Isla El Ermitaño” aunque Lemus nunca aceptó ese calificativo si bien tampoco le parecía insultante.
El lugar es propiedad del estado y está bajo la administración de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).
Nelson Reyes, su actual habitante, dice que para recordar a Lemus hay una foto suya en la cueva, la que es mostrada a los turistas nacionales y extranjeros que la visitan.
Actualmente, Reyes se desempeña como tour turístico con el que se gana la vida en una embarcación que navega desde Suchitlán hasta Chalatenango.
Ha querido seguir los pasos de “El Ermitaño” llevándose a su esposa y su hijo y más tarde su madre.
Habita en el lugar desde 2012 y dice que no cuida la isla, pero su labor como guía y tour operador hace que tenga inclinación por conservar la flora y fauna en esta área natural.
“De todas las islas, ésta es una de las más grandes y relevantes de manera turística, no ha habido emprendimientos con las artesanías, pero sí de manera, agrícola, y ganadería”.
NELSON REYES, TOUR TURÍSTICO
