San Lorenzo, en Ahuachapán se vistió de gala este domingo y relanzó su potencial que tan reconocido es en todo El Salvador y en Estados Unidos, probablemente en otros países del mundo. El jocote Barón Rojo es del gusto de nacionales y extranjeros.
El Jocote Barón Rojo, ya es una marca y el pasado domingo 27 de marzo los lugareños, visitantes de otros departamentos y extranjeros visitaron la plaza del municipio para presenciar el desarrollo del festival que tuvo por finalidad apoyar a decenas de productores y emprendedores del jocote, pero además reactivar este tradición que data desde hace muchos años.
Sorprende el olor a fruta, la amabilidad de su gente y el empeño de muchos para la producción del jocote que caracteriza al municipio.
Y esta característica aunado a la creatividad se puso de manifiesto en el festival, que como ocurrió en otras zonas de El Salvador que celebra sus propias tradiciones, fue suspendido debido a los momentos mas críticos de la pandemia por el COVID-19.
Dos años después, las autoridades locales retoman esta tradición y salen a la luz con la exhibición de este delicioso aperitivo que endulza el paladar de quienes lo degustan.
Los visitantes saborearon la fruta y su variedad de derivados. En el festival pudieron observar o consumir bebidas como refresco, vino, chicha, micheladas y minutas de jocote.
O conocer los postres como las tartaletas, cheescake, flan, mermeladas, conservas y pasteles hechos con jocote y también una variedades de comidas, entre las que destacan la pizza, pupusas, yuca, y distintas carnes preparadas con rellenos de jocote.
San Lorenzo, el mayor productor de Jocote Barón Rojo
El municipio es considerado el mayor productor de jocote Barón Rojo de El Salvador aunque es en el cantón El Jicaral donde se produce la fruta, pese a poseer terrenos áridos y llenos de rocas que complicarían su cultivo pero no, la zona es propicia para ello.
Según las instancias locales, hay alrededor de 300 productores en el municipio quienes generan empleos para cientos de familias.
Muchos de los lugareños han logrado mejorar sus condiciones de vida gracias a la comercialización del jocote.
La mayor cantidad de ventas se realiza en los mercados más grandes del país, mientras otra parte del producto se exporta hacia Estados Unidos.
La agroindustria local también se abastece del producto en sus diferentes derivados como encurtidos, chiles, salsas y aderezos, expuestos en algunos supermercados del país.
Fotos, cortesía de Erick Henríquez
