Ilobasco, cuna de los nacimientos en barro

Ilobasco, cuna de los nacimientos en barro

La tradición de colocar pesebres es todavía común en muchos rincones de El Salvador. Las familias suelen destinar un espacio del hogar para decorar con caminitos de aserrín, ríos de papel aluminio y las tradicionales figuras en barro. Ilobasco en el departamento de Cabañas y a 54 kilómetros de la capital salvadoreña es la cuna de estas imágenes.

Ilobasco es el sitio donde el barro cobra vida. La ciudad es conocida precisamente por la principal actividad a la que se dedican sus pobladores, la alfarería.

Y aunque la elaboración de figuras para los pesebres se ha diversificado y ahora se utiliza desde madera, porcelana fría, yute, y otros materiales, el barro sigue siendo el origen de los tradicionales nacimientos e Ilobasco la cuna de su elaboración.

Los hay de diferentes tamaños, desde unosminiatura que no superan ni los cinco centímetros hasta otros gigantes.

Desde los más rústicos hecho de manera tosca y con poca sincronía hasta otros estilizados y con colores delicados y finos.

La idiosincrasia está presente a la hora de colocarlos ya que los salvadoreños suelen incorporar otras figuras que acompañan a José, María, el burro, la vaca y el niño Dios.

Los personajes típicos de nuestra cotidianidad  también son elaborados por los artesanos de Ilobasco  e incluyen desde la novia con su cortejo incluido, los bomberos, policías, el recolector de basura, el mariachi y hasta el borracho.

También por supuesto se incorporan personajes mitológicos como el diablo, el cipitío, la siguanaba, la carreta chillona y más.

Las familias suelen adornar con caminos de aserrín pintados en múltiples colores, ríos plateados de papel aluminio y valles y montañas de cartulina. La creatividad y el ingenio se completa con las luces multicolores que rodean a los pesebres.

Aunque la tradición se va perdiendo con los años, todavía hay varias familias católicas que ponen especial cariño a la decoración de los nacimientos.

El epicentro de la alfarería en barro

Durante todo el año cientos de familias de artesanos en Ilobasco transforman la tierra rojiza que rodea el valle de Ilobasco en coloridos productos que son la máxima expresión de la cerámica artesanal salvadoreña.

El trabajo en barro en Ilobasco es una herencia histórica y cultural transmitida por generaciones y realizada tanto en el casco urbano como en las zonas rurales.

La cerámica en Ilobasco se debe en buena parte a tradiciones ancestrales y a la existencia de materia prima apropiada en la región. En el área rural se trabaja especialmente la cerámica “tradicional popular”, a través de un proceso rudimentario, elaborando cántaros, ollas, comales y macetas.

En su mayoría son mujeres las que ejercen esta labor, ya que el hombre se dedica a las faenas agrícolas. En el área urbana los hombres, mujeres y niños se dedican a la artesanía y la clase de cerámica es diferente. En algunos casos se utilizan técnicas rudimentarias y en otras técnicas modernas, sin poder lograr un perfeccionamiento, debido a la enorme cantidad de artesanos rudimentarios.

Los artesanos elaboran gran cantidad de artículos haciéndose muy popular en los últimos años las miniaturas, figuras que representan escenas típicas no mayores de cinco centímetros, y las sorpresas que son escenas de la vida cotidiana o hasta pícaras en las que se muestra una pareja teniendo sexo u otras travesuras, cubiertas con una pieza de arcilla pintada y con la forma de una fruta, un huevo, una casa o algo similar. La cubierta puede quitarse para ver la figura.

Fundado por tribus lencas y luego conquistado por guerreros pipiles, Ilobasco se identificó por la elaboración de sus productos en barro desde el siglo XVIII.

Artículos como ollas y comales eran comercializados en mercados locales y hasta en pueblos fronterizos de honduras.

Más tarde los pobladores se inclinaron por elaborar piezas artesanales, destacando entre ellas los pesebres.

Hoy Ilobasco ha convertido sus artesanías de barro en una ventana de la historia y expresión cultural salvadoreña y también en atractivo turístico.

Con la tierra extraída de sus colinas y valles, los alfareros con un trabajo sigiloso y creativo transforman la materia inerte en coloridos productos decorativos y utilitarios.

Las fachadas de viviendas, las gorditas, imágenes religiosas e innumerables diseños en miniaturas son el común denominador en los talleres artesanales de la ciudad.

La ciudad es visitada por turistas nacionales y extranjeros para conocer de cerca la habilidad de estos artesanos, quienes obtienen los recursos económicos para su subsistencia de la agricultura, comercio e industria, aunque la mayoría lo percibe por medio de la cerámica, patrimonio artesanal que ha dado renombre a esta ciudad en muchos países del mundo, en “donde los muñequitos de Ilobasco” han logrado entrar en hogares de nacionales y extranjeros, o instituciones gubernamentales.

Ilobasco está considerado uno de los principales centros alfareros y ceramistas de Centroamérica y cuna de la artesanía en El Salvador, remontándose la actividad cerámica a la época precolombina.

Un comentario en «Ilobasco, cuna de los nacimientos en barro»

  1. Que lindo, me hizo recordar mi niñez cuando mi abuelita ponía su nacimiento con aserrin con ríos hechos de papel y por supuesto no podían faltar los muñequitos de Ilobasco, gracias mipaisitosv por estos lindos artículos.

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