De origen colonial, El Portal La Dalia pareciera mantenerse intacto con el paso del tiempo. Esta estructura, una de las más antiguas de San Salvador, fue construida en 1885 por tres españoles y renovado ese mismo año.
En la 4ª. Avenida Sur, frente a la plaza Libertad, en San Salvador sobresale El Portal La Dalia, bautizado así debido a un almacén que llevaba su nombre.
El almacén de novedades “La Dalia” fue construido en 1885 en la esquina siendo su propietario Salvador Rodríguez y compañía. Se consideraba una zona exclusiva en el comercio para las personas con mayor capacidad económica.
Si bien presenta pocas modificaciones en su estructura colonial, fue en 1917 que sufrió transformaciones en su diseño original y el primer edificio en contar con un elevador eléctrico en su interior.
En el primer nivel, había almacenes de telas, sastrerías, salones de belleza y abarrotería. En el segundo pisto albergaba el Centro Español, fundado en 1891.
Pero también fue instalado otro negocio conocido como “La Ciudad de Londres”, considerada para entonces un almacén de artículos para caballeros, propiedad de los italianos Antonio y GaetanoAndretta. Pero tal fue la mala suerte de estos y otros comercios del portal que se incendiaron en 1915.
Si bien tiene recuerdos imborrables, algunos relacionaron el lugar con un centro de ocio de las clases pudientes. Con el transcurrir del tiempo, su razón de ser fue debilitándose porque las personas empezaron a comprar en otros lugares ajenos al centro capitalino.
El edificio fue cambiando su delicada imagen hasta convertirse en los últimos años como puntos de coincidencia de varias rutas de autobuses.
Y con la expansión de la población, el edificio fue atrayendo la atención de albañiles, vendedores, vigilantes, empleados de oficinas públicas que tras una jornada de trabajo hacían una parada en El Portal de La Dalia para consumir unas cervezas u otras bebidas.
Alberto Buendía González: “Desde 6 años visito este lugar”
Alberto Buendía González visita el centro de San Salvador desde los 6 años y conoce El Portal La Dalia cuando el país presentaba un notable crecimiento económico.
En los contornos del lugar, recuerda, los caminos eran de tierra. “había mucho zacate y muchas personas solían quitarles el yugo a las carretas”.
Apenas, remarca, se veían uno o dos vehículos transitar por la zona porque “el lugar era polvoso y tenía mucho monte”. También ha sido testigo de muchos acontecimientos cercanos al portal como la vez que se incendió la Catedral Metropolitana de San Salvador en 1951.
“Era bien popular este lugar y ya le digo, la gente lo recuerda siempre como algo histórico”, indica.
Ve el edificio como un patrimonio cultural porque le dan realce a la capital y abogó porque las autoridades lo preserven por muchos años más.
En similares términos se expresa Rodolfo Mejía, quien sostiene que pasa por el lugar desde cuando tenía ocho años.
Lo considera un patrimonio cultural y destaca el diseño arquitectónico con que fue construido en el siglo XVIII.
Supone que eran construcciones “bien hechas” que estuvieron a cargo de “artistas artesanos” que se formaron en la época para diseñar estilos arquitectónicos, propios de Europa.
Por su parte, Eugenio Aparicio Benítez lamenta que el lugar mantenga la misma pintura desde hace más de seis años.
Como seguridad de la zona considera que la zona luce descuidada debido a que muchas personas no le dan importancia a este “valor histórico”.
Pide a las autoridades mejorar la estética de la estructura y abogó por que se mantenga la esencia de esta estructura de tipo colonial, cuyos alrededores se mantiene ocupada por comerciantes informales.
