Un tramo de 200 metros de una de las principales arterias de la capital salvadoreña ha sido convertida en un mural multicolor por parte de un grupo de jóvenes liderados por el artista Rodolfo Díaz.
Por Ricardo Guevara
Ubicada en el corazón del Centro Histórico está la Calle Delgado conocida por estar rodeada de láminas, plásticos, canastos y ventas y que ahora ha sido transformada gracias a la creación de un mural multicolor.
Un tramo de 200 metros de calle fue pintado por un grupo de jóvenes liderados por el artista Rodolfo Díaz quien a sus 28 años se ha convertido en uno de los pocos pintores que ha plasmado su obra a gran escala en la capital.
La superficie intervenida inicia cerca del Mercado Excuartel, y finaliza frente al excine Metro, una cuadra antes del Teatro Nacional.
Allí los peatones casi siempre se mueven apresurados sin poner atención a su alrededor, pero ahora tienen un motivo para caminar despacio y admirar en cada uno de sus pasos las múltiples figuras coloridas plasmadas sobre el pavimento.
Además en una de las paredes adyacentes al excine Metro se pintó un mural de nueve metros de altura, en el que se dibujaron rostros y estampas de la vida cotidiana de los salvadoreños.
Los vendedores también pusieron su mano de obra para construir la obra, ya que con brochas y pinceles ayudaron a darle vida a las figuras que engalanan la calle y se unieron a esta iniciativa.
“Nuestra idea era hacer una mezcla colorida de las ventas, trazando líneas y colores retomados de los plásticos, laminas, sombrillas y toda la estructura que utilizan los vendedores de la calle”, dice Rodolfo, quien ha pintado otros murales en otras edificaciones capitalinas.
El proyecto estaba planificado para realizarse en cuatro días pero debido a las lluvias, se tardaron una semana. Rodolfo y sus compañeros, utilizaron una paleta cromática de siete colores entre los que predominaba el verde limón, el fucsia y el morado intenso, entre otros.
La pieza de arte fue realizada con la ayuda de organizaciones como Glasswing, USAID y la alcaldía capitalina. La iniciativa se ha denominado “Placemaking” y tiene como objetivo recuperar espacios públicos.
Un salvadoreño soñador
Rodolfo es un estudiante de diseño gráfico de la Universidad Francisco Gavidia y desde hace dos años se ha dedicado a pintar murales, su primer trabajo fue en un restaurante de la Costa el Sol, en donde pintó unos peces marlins.
Este joven, de tez trigueña, cabello negro y contextura delgada, desde pequeño siempre fue amante de los dibujos, dedicando mucho tiempo a esta afición.
Luego debido a que su madre se quedó desempleada empezó a ayudarle a pintar piedras de mar para luego venderlas.
Gracias a su pasión por las pinturas y el arte, poco a poco se fue dando a conocer en las redes sociales, solo el año pasado trabajaron 22 murales en diferentes puntos del país.
“Uno de mis trabajos preferidos es el mural del centro de San Salvador, en el que predomina la figura de un Jaguar y el rostro de una mujer salvadoreña.
“Este arte se conoce como urbanismo táctico y si es la voluntad de Dios esperamos continuar plasmándolo en otros lugares de San Salvador”, dijo Rodolfo, quien tiene como sueño llevar su arte a Miami, Estados Unidos.
