“Pupusería El Mirador”, un oasis en medio del tráfico

“Pupusería El Mirador”, un oasis en medio del tráfico

Frente al constante tráfico que se forma todos los días en una de las calles que de Soyapango conduce a Soyapango, sobresale la “Pupusería El Mirador”. Su propietaria aprovecha este comportamiento para hacer de este problema una oportunidad para obtener ingresos y llevar junto a otros dos mujeres unos centavos a sus hogares.

Ana Delmi Martínez, es una colona de Ciudad Delgado que se levanta a las 3 de la madrugada para abrir su negocio: la “Pupusería El Mirador” una hora después.

El establecimiento, construido a base de estructuras metálicas se ubica a la orilla de la calle hacia el “Puente Las Mulas” en dicha ciudad.

Cruzar por esta arteria en las horas de mayor tráfico vehicular es una odisea para los automovilistas y motociclistas, pero Ana aprovechó este fenómeno para instalar la pupusería que con el tiempo fue incorporando otros alimentos.

Ana, además,cuenta que la pupusería fue abierta hace un año y medio, en los momentos más críticos de la pandemia. 

Por la escasez de dinero, ya no pudo continuar pagando la cuota en la pupusería que tenía anteriormente, y que se ubicaba sobre la avenida Juan Bertis, en el lugar conocido como “La Parada de la Salud”.

“Ahí estuvimos cinco años, entonces vino lo de la pandemia y las cosas se complicaron”, añade.

Ana Delmi Martínez

Sin embargo, encontró otra oportunidad, y decidió instalarse en el lugar actual. Tiene el permiso de la alcaldía y no paga ni un solo centavo.

En un inicio, solo tenía como clientes a los vecinos de la comunidad más cercana, pero con el paso del tiempo, los conductores de vehículos y motociclistas empezaron a pedirle pupusas, desayunos, cafés, atol, chocolate, sándwiches, panes con pollo, y cocteles de frutas.

El horario de atención es de lunes a viernes de 4 am a 11 am. Con el transcurrir de los días fueron extendiendo la hora de atención hasta la tarde porque las personas empezaron a pedirles almuerzos y antojitos.

“Al principio nos costó, hoy hay nuevos clientes. Vendemos por la mañana en las horas de mayor tráfico y en la tarde se venden también antojitos”, agrega.

Pero Ana Delmi se asoció con su cuñada Beatriz de Kelle, que muestra su optimismo porque a pesar de las circunstancias adversas, siempre “venden” y el negocio no les sienta nada mal.

“Hemos ido agregando otras cosas, nos preguntaban por desayuno y lo que hacemos siempre se venden”, dice Beatriz, una joven alegre y quien a las demás mujeres les gusta que el cliente se vaya satisfecho de la atención brindada.

Beatriz de Kelle

Ana Delmy y Beatriz, ante el crecimiento del trabajo, decidieron contratar a una joven y poder ofrecer una mayor atención a los clientes.

Para solicitud de alimentos puede hacerlo al teléfono 75-4602-65

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