Maziel Cruz, una artista de la porcelana fría

Maziel Cruz, una artista de la porcelana fría

Maziel Cruz es migueleña, arquitecta y con un talento extraordinario para transformar la porcelana fría en diminutas figuras y combina esta peculiar técnica de modelaje con su rol de mamá y de ama de casa.

Maziel de 30 años es la típica salvadoreña que hace malabares en su día a día. Es ama de casa, esposa, mamá y también emprendedora.

Sus días se dividen en cuidar de su pequeño Ángel Antonio de tan solo tres años y en sacar adelante su negocio, la elaboración de figuras en porcelana fría.

Piezas multicolores de apenas dos o tres pulgadas y a veces más pequeñas, con delicados  acabados toman vida gracias al modelaje de la técnica, que hace con singular destreza esta joven.

Maziel llegó a esta técnica artesanal por curiosidad. Amante de las manualidades quiso explorar un poco y aprender, sin embargo, en marzo de este año al perder su empleo debido a la crisis por la pandemia, la porcelana fría se convirtió en una importante fuente de ingresos para su hogar.

La joven retomó el arte de la porcelana fría que había aprendido mirando videos y poco a poco ha ido perfeccionando la técnica, luego tomó algunos talleres y la técnica la atrapó.

La emprendedora realiza todo tipo de objetos modelados con esta masa que se hace a base de fécula de maíz, pegamento y otros ingredientes y debido a que es una pasta flexible no necesita horneado, se seca al aire y perdura a través del tiempo.

“Con un poquito de masa uno puede hacer cualquier tipo de figuras, el cielo es mi límite y la verdad disfruto al máximo esto y le pongo todo el esfuerzo porque quiero seguir creciendo”, cuenta la joven.

Elaborar piezas en porcelana fría requiere una habilidad especial, ya que se basa en el uso de las manos y algunas herramientas, pero todo es modelado a mano, no con moldes. Es un trabajo detallado y fino. Cada pieza que ocupa una figura se moldea y se pinta por separado y la riqueza de la técnica está precisamente en el esfuerzo que se pone en cada detalle.

“Hago tazas decoradas, aretes, camafeos y las decoro al gusto del cliente, figuras personalizadas. También ya me puse a hacer nacimientos y figuras navideñas, decoro galleteras, dulceros, jarrones de vidrio y recuerdos para diferentes ocasiones”,  explica.

Aunque lanzó el emprendimiento al que bautizó como PorcelArte Co. A finales de marzo en tan solo siete meses ha alcanzado más de 3,000 seguidores en sus redes sociales y ha conseguido vender sus productos en plena pandemia. Tiene agenda llena con pedidos de figuras navideñas, para las fiestas que se aproximan.

La joven arquitecta sigue buscando empleo pero sabe que la crisis económica que afecta no solo al país sino al mundo entero, le pone complicado el camino.

Sin embargo, no se rinde y le echa ganas a su arte, cargada de proyectos que le permitan a futuro llegar tan lejos como Dios se lo permita.

 “Quiero ir creciendo aún más. Mi mamá se retira el otro año y se va a involucrar y eso hará que lleguemos más lejos. Para mí sería espectacular tener una tienda real, para que las personas tengan recuerditos y puedan ver ese arte tan hermoso”, dice emocionada.

Maziel es la segunda de tres hermanas y para ella el apoyo de toda la familia y de su esposo han sido muy importantes para sostenerse tanto financiera como emocionalmente.

Su hermana menor Michelle por ejemplo, le ayuda en el modelaje, la mayor Bessy le apoya promoviendo la página y buscando nuevos clientes.

Su mamá, dice la joven, ha sido vital en todo este esfuerzo, no solo la apoyó financieramente para lanzar el negocio sigo que a diario la impulsa a que siga adelante y es la fan número uno de sus delicados productos.

Incluso su tío Miguel Chavarría, reconocido periodista de San Miguel, También la apoya promoviendo las redes sociales donde la joven ofrece sus productos

Ella asegura que por momentos, cuando su bebé se enferma o le abundan los pedidos, se siente un poco abrumada, pero se encomienda a Dios y saca fuerzas de donde puede para continuar trabajando. En ocasiones la demanda de sus piezas la hace llegar hasta la madrugada trabajando.

“Creo que si una se mete a crear un negocio propio se necesita eso, mucho sacrificio y el tener consistencia, no dejarse derrotar ante las adversidades que se presenten. Tener metas, ánimo y dar gracias al apoyo de quienes están ahí y seguir y tener siempre la fe en Dios. Hay altos y bajos pero de las cenizas siempre hay que levantarse, como el ave fénix”, reflexiona la emprendedora.

Para ella todo nuevo comienzo, en especial el de un negocio siempre da miedo, pero hay que aprender a vencer esos temores. “En el camino se van venciendo los temores, porque el primer obstáculo es uno mismo, pero si quiere volar hay que alzar el vuelo aun con miedo”, concluye.

Si quiere conocer de su maravillos arte puede encontrarla en redes sociales como PorcelArte Co.

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