Tras recibir una prótesis, ahora Marcelino Salazar tiene motivos suficientes para estar feliz. Pasó tres años sin poder movilizarse y ahora con el dispositivo asegura tener la fuerza para regresar a sus actividades con que se ha ganado la vida todo el tiempo.
Marcelino Salazar ha pasado la mayor parte de su vida cultivando y pescando en el departamento de La Unión.
Es una persona de la tercera edad, pero asegura tener fuerzas para seguir luchando. El único impedimento era una de sus piernas que la perdió hace 3 años, víctima de la diabetes.
Un insecto venenoso le picó una de sus piernas y con la enfermedad que padecía, los médicos no tuvieron una alternativa que amputarle el miembro
“Tengo azúcar, tras que tenía enferma la canilla me picó un insecto venenoso y eso me provocó la caída (pérdida) de la pierna”, recuerda.
En estos últimos años, Marcelino asegura que no cosechaba nada por la dificultad para movilizarse.
Se considera un agricultor de pura cepa que terminó cediendo ante la enfermedad que padece y la pierna dañada.
Pero una prótesis que recibió el viernes por parte del gobierno le ha devuelto la sonrisa. “Ahora me han regalado esto y hoy voy a trabajar en la milpa”, sostiene.
“Me siento feliz porque voy a volver a caminar y trabajar en la tierra, y en el mar”, dijo emocionado.
Marcelino considera que tras la milpa también está la pesca y La Unión, su departamento natal.
“Pasé 12 años trabajando en el mar, así como estaba no podía, pero ya con esto hay protección”, manifiesta con tono de optimismo.
Aprovechaba las bondades del Golfo de Fonseca para ir a pescar. Con la prótesis que recibió nuevamente dice retomará como lo hacía antes.
