César Kibler, el mago de los retratos con lapicero

César Kibler, el mago de los retratos con lapicero

César es un joven salvadoreño originario de Apopa que dibuja verdaderas obras de arte, sobre todo retratos, que son espectaculares no solo por la delicaleza y exactitud de los detalles sino porque son elaborados exclusivamente con lapiceros de colores.

Delicados y tiernos rostros infantiles o de jóvenes pelirrojas y pecosas, gatos, tigres y otros animales forman parte de la colección de arte de este joven salvadoreño que utiliza una técnica poco usal para plasmar sus obras.

Sus herramientas son una cartulina especial y lapiceros a base de aceite, quizá de la marca más popular y conocida en El Salvador y el mundo, para dibujar rostros que parecen casi vivos y que cuentan con hasta los más mínimos detalles.

Le apasiona pintar rostros infantiles, porque es complejo, cuenta, y por que además reflejan la esencia y la pureza del ser humano. Al observar cada obra se puede apreciar con nitidez el alcance de su trabajo.

César , quien es un tanto cauto al hablar, no sabe el momento preciso en que supo que podía dibujar pero recuerdo que ya a los cinco años demostrada un talento nato y era el elegido por las maestras para hacer los trabajos de dibujo de su escuela.

Ya de adolescente comenzó pintando primero a lápiz y luego probó las acuarelas, las pinturas al óleo y finalmente un lapicero azul, que le abrió la magia a lo que ahora hace.

“Probé con un lapicero azul pero de aceite que no se corre y perdura y luego fui probando con otros tonos, la gente se admira de lo que se logra a puro lapicero y yo feliz de la técnica porque es más accesible y además tiene una característica no se puede borrar así que cada trazo tiene que estar muy bien pensando”, cuenta el joven, menor de cinco hermanos.

Usar lapiceros dice, es un desafío, porque no hay manera de borrar lo trazado, por eso se toma su tiempo la pintar y al plasmar cada detalle con precisión, asegura César Kibler (su nombre como artista).

Desde hace dos años se ha posicionado como un artista único en lo que hace y la calidad de su trabajo ya ha sido reflejada en medios internacionales y locales.

También ha expuesto en el parque de su natal Apopa y ha sido maestro de dibujo en la Casa de la Cultura de su localidad y contratado por el Gobienro, aunque de manera temporal.

Un trabajo fino y poco convencional

Tiene en su haber apenas unos 10 lapiceros de igual número de tonos, porque le es difícil encontrar más colores en El Salvador, los compra en el extranjero a través de pedidos online, y con ellos experimenta para sacar tonos que parecen prácticamente reales.

“Me toca combinar, probar porque solo puedo usar lapiceros y acá en El Salvador no hay de muchos tonos y toca experimentar hasta sacar colores difíciles como el de la piel”, cuenta este joven de 31 años.

César trabaja sobre todo retratos, la gente le manda fotografías y él las va elaborando poniéndoles su propio toque, una obra le puede tomar entre dos o tres semanas, dependiendo de la complejidad del pedido, y el costo ronda desde los $100 a más, segun lo solicitado.

También produce dibujos de su propia inspiración y todos sus trabajos los vende a través de redes sociales y aunque reconoce que no es tan fácil vivir del arte, le apasiona lo que hace y tiene muchos proyectos que por su propia cautela prefiere no mencionar.

Por ahora anhela con contar con más apoyo y por supuesto llevar sus obras al extranjero para que sean reconocidas. Pero su tarea más urgente y constante es mejorar cada día en lo que hace, porque aunque su trabajo despierta admiración, él asegura que le falta mucho por crecer y mejorar.

Si quiere conocer más de su trabajo puede visitar

www.instagram.com/cesarkibler.art/

www.facebook.com/CesarkiblerArt/

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