Para gustos hay colores y Omar Rodríguez se lo cree. No es que el café tradicional vaya a desaparecer. Por contra, cree que es del gusto de la mayoría de los salvadoreños, pero también está seguro que hay café que gustó a miles de antepasados y que poco a poco la venta de este producto volverá a florecer.
Lo dice Rodríguez y muchos que ya consumen esta bebida. Omar dice que lleva seis meses impulsando este negocio y el éxito va llegando de forma vertiginosa.
“A pesar que es un producto de nuestros antepasados, que muy pocos lo conocen, ha tenido buena aceptación” agrega.
“La verdad que la mayoría produce café tradicional, antes no teníamos café que pudieran suplir las necesidades de las personas que les gusta el café porque la cafeína les cae mal”.
Omar rodríguez, emprendedor
Omar vende el producto con las dos opciones: Café de maíz con especie aromática y café de maíz con chocolate.
Ambas bebidas, las considera buenas alternativas para aquellas personas que no toleran la cafeína o que presentan problema de diabetes o hipertensión.
Los mismos ingredientes como el anís y el culantro hacen que la persona tenga una buena digestión.
Un proceso lento pero efectivo
Todos los días, Omar y su esposa Sandra Marina de Rodríguez, se levantan temprano para preparar el producto y los seis procesos que requiere para ello.
Esto no les impide que ambos puedan amanecer con optimismo y crecer como emprendedores, al contrario, están sabedores que entre más productos elaboren y empaquen, mejores serán los resultados a corto plazo.
Para que el producto esté elaborado y tenga una buena presentación, la pareja cuece el maiz, luego se pone al sol para que tenga un secado natural por dos días, se tuesta unas dos horas y luego se mezclan las demás especies. Finalmente se lleva al molino y se empaca
