Juana Ramos, la poeta que nunca pierde su arraigo

Juana Ramos, la poeta que nunca pierde su arraigo

En Nueva York, la ciudad que nunca duerme, camina y transita la salvadoreña Juana Ramos. Lo hace desde hace 30 años rodeada de la cultura, el arte, la arquitectura, la historia y la tecnología.

Convertida en un poeta, no pierde el arraigo, el mismo que calca en sus escritos, en la poesía cuando recuerda al país en su máxima expresión el que marcó sus primeros pasos hacia la lírica y la intimidad.

Comenzó escribiendo notas que fueron tomando formas de diario, luego imitaba los versos de los poetas que leía o las letras de las canciones de moda que escuchaba. Tenía 11 o 12 años para entonces y eran los primeros pasos para convertirse en una poeta.

Juana Ramos , dice que para llegar a ello tuvo que pasar por un proceso de formación que da la lectura, que combinada con la reescritura logró finalmente publicar su primer poemario.

Pero su afición a la poesía lo atribuye a cuestiones orgánicas, su amor al lenguaje y a sus padres quienes, según cuenta, “me inculcaron el hábito por la lectura y la palabra”. “Estos elementos fueron claves y me inclinaron por la poesía”.

Además, recuerda que su padre escribía porque tenía afición por los versos y la poesía.

“Mi madre es maestra. Cuando vivía en El Salvador fue docente en un colegio privado y en la escuela pública”, rememora.

Trabajaba también en comunidades vulnerables donde alfabetizaba a niños en la escuela de un cantón en donde antes de iniciar la jornada escolar solía comprar tortillas y frijoles para los niños estudiantes que venían de trabajar en el campo.

“Mi mamá llevaba lápiz, borradores, tiza y papel para que los niños tuvieran lo necesario para estudiar”, relata.

Mientras su padre fue director de escuela y más adelante entrando a los años noventas fue gerente Regional del Ministerio de Educación en la zona occidental del país.

El día que decidió viajar a Nueva York en 1990 junto a su hermana a solicitud de su madre que ya se había radicado en esa ciudad, fue para quedarse.

 “Salí de El Salvador a los 20 años ya formada, fue difícil adaptarme a una sociedad nueva, nombrar una nueva realidad, fue duro dejar mi país, mi vida mi entorno de afectos, mis abuelos, mis amistades, fue una ruptura”.

Juana ramos, poeta

Aficionada a la poesía lírica e intimista

Su poesía es muy urbana, con pasajes líricos y por momentos intimista. Evoca un sentimiento intenso o una profunda reflexión que recuerda a Aristóteles en su forma antigua.

Pero también alude a la perfección los sentimientos por el amor, el engaño, la soledad, los deseos y traiciones al abordar temas sociales o religiosos.

Llega incluso a perseguir la realidad trascendente en la que convergen muchos elementos.

Por eso, en su poemario “La Ciudad se ha inundado de Paraguas” deja trazada la mirada hacia El Salvador, su país de origen y lo compara con una sociedad en bancarrotas, en bancarrota moral y afligida por la violencia social que la sacude día a día.

Y además le da un bosquejo a Nueva York en “Lo que somos” con referencia a las jornadas intensas de los trabajadores y de independientemente de quienes creemos  ser y de los logros que poseamos acabamos siendo del montón”.

Ella dice que también es polifónica porque en su poesía confluyen muchas voces, que están buscando desfragmentarse hasta coincidir en el centro del poema.

Considera la escritura un espacio en el que encuentra arraigo y la ve como una necesidad de encontrar ese lugar en el cual puede ser ella completamente y la poesía un medio en el que logra volcarse sin tapujos sin miedo, una forma de vida que le permita interpretar la realidad que le rodea.

Estudios y logros

Juana realizó estudios de escuela elemental tercer ciclo y bachillerato en el colegio de La Asunción en Santa Ana. Y luego emigró a Nueva York, donde obtuvo una licenciatura, una maestría, un doctorado y una licenciatura hispanoamericana con una concentración de la poesía femenina de la guerra civil.

Ha viajado a varios países como España, Francia, Italia, Argentina, Cuba, Puerto Rico, Guatemala, República Dominicana, Honduras, México y Canadá.

Entre los logros obtenidos se encuentran sus publicaciones, sus poemarios, y el libro de testimonios de mujeres que participaron en la guerra civil de El Salvador.

Además, ha participado en festivales internacionales y en conferencia realizadas en América Latina, España y Estados Unidos

Un comentario en «Juana Ramos, la poeta que nunca pierde su arraigo»

  1. Otra Salvadoreña ejemplo a seguir aunque es duro cuando dejamos nuestro país pero con mucho esfuerzo y constancia si se puede triunfar en cualquier parte del mundo.

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